“La sentencia de hoy a 3,5 años de prisión impuesta al ex concejal de la ciudad de Los Ángeles, Mark Ridley-Thomas, sirve como un claro recordatorio de que nadie está por encima de la ley. La corrupción erosiona la confianza de nuestra comunidad y socava los cimientos mismos de nuestra democracia. En el futuro, debemos asegurarnos de que nuestros representantes cumplan con los más altos estándares de integridad y transparencia.

Con respecto a la acusación pendiente que involucra al concejal de la ciudad de Los Ángeles, Curren Price, creo en la importancia del debido proceso y una investigación justa. Nuestros electores merecen transparencia y rendición de cuentas en todos los asuntos relacionados con el servicio público. Tengo la esperanza de que a través de este proceso se revele la verdad y se haga justicia.

Volvamos a comprometernos con los valores que representa nuestra ciudad: honestidad, integridad y dedicación al bienestar de todos los angelinos. A medida que avanzamos, debemos trabajar incansablemente para reconstruir la confianza, restaurar la fe en nuestras instituciones y garantizar que las acciones de unos pocos no definan la esencia de nuestro consejo.

"Gracias."